Mientras en los países desarrollados, y algunos latinoamericanos como Chile, la facturación electrónica ya empieza a llegar a un estado de madurez, en Colombia este concepto apenas está despegando entre las organizaciones.
En poco tiempo, el número de facturas electrónicas mensuales llegó a 55.000, que equivalen a transacciones por unos 800 millones de dólares mensuales en órdenes de compra y facturación, según Assenda.
Según las normas legales, en el país todo el que esté obligado a facturar debe tener un sistema por computador. Las empresas, en especial las más pequeñas, tratan de cumplir con este requerimiento, pero la mayor parte del proceso de facturación la realizan manualmente.
Entre tanto, la facturación electrónica propiamente dicha abarca cinco procedimientos que se realizan totalmente en línea: expedición de la factura, entrega, aceptación, conservación y exhibición.
Otros de los beneficios de las facturas electrónicas, además de la mayor productividad y la consecuente reducción de costos operativos, son la reducción en el gasto de papel, la eliminación de errores en la digitación de facturas y nota en las áreas de tesorería y contabilidad.
Tras el despegue de la facturación electrónica en Colombia, la compañía estima que hacia el 2010 se pase de las 55.000 facturas actuales a 850.000 o un millón.
Fuente: El Tiempo
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